En mi casa brilla el día
con un descarado sol
que se cuela pinturero
por las ventanas y puertas.
¡Ay madre, cuánto calor!
Mi abuelo usa el abanico,
mi abuela el ventilador.
Mi padre hace granizada
y yo helado de limón.
Mi madre, rico gazpacho,
zumba el refrigerador
y abre su boquita fresca
para darnos buen sabor.
Mi gato duerme la siesta,
las plantas brillan de amor.
Agua fresca les echamos
y agradecen con su olor.
Nos vamos a la piscina,
a la playa, al monte, al río.
Y sino, una ducha fresca,
que nos de frescor y brío.
Los días son como el fuego,
las noches, algo mejor.
¡Es el verano, del año,
la estación con más calor!

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